Mi celular vibra por algún lado de la cama. Una película que deja enseñanzas amorosas está puesta en el DVD y solo escucho partes. Me hablan por MSN y yo solo percibo. 
Percibo porque ando en otra. Perdón amiga, seguro tenes una crisis existencial pero estoy en cualquiera. No puedo ocuparme de problemas ajenos si mínimo no soluciono los míos y no quiero hacer que te escucho, me parece una forrada. 
Suspiros, unos cuantos se me escapan. Me quedaré sin aire?. Espero que la respuesta sea científicamente negativa. Digo científicamente porque creo que me voy quedando sin aire.
Siento que me quedo sin aire, que estoy en una caja y no puedo salir. Que en definitiva estoy estancada en un lugar. 
Qué difícil es tomar decisiones por si mismo caray!. Ojala pudiera sostener mis decisiones un poco más fuerte. Bueno, no generalizo mejor y re formulo: ojala pudiera sostener ciertas decisiones (un tanto banales) un poco más fuerte. 
Se que si quiero puedo, pero me cuesta. Quiero poder pero al mismo tiempo siento que no puedo. O será que no quiero?. 
El término "no puedo" es una acto de encubrimiento. Encubrimos en realidad que no queremos algo pero no tenemos la valentía de decirlo. Porqué nos da miedo?, por el hecho de que puede no estar bien visto socialmente, o que nuestros padres no lo vean bien, o que simplemente no vaya con nuestro "estilo". 
Reconocerlo es difícil, demasiado diría yo, pero es necesario. Necesitamos darnos cuenta cuando algo no va más, y que lo decidimos nosotros, con valentía y enfrentándonos a la elección que tomamos y a sus consecuencias.
Puede que al principio sean nefastas estas consecuencias, pero luego de un tiempo las cosas salen como queremos.
No creo mucho en el destino, ni en las casualidades. Las cosas pasan porque tenían que pasar, no hay peros que valgan. Tampoco creo en la postura de andar siempre preguntándose ¿qué hubiera pasado si...? porque es vivir en y del pasado (cosa insana para cualquier persona con mente y sentimientos). 
Vivir en y del pasado nos ata, nos esposa y nos deja como secuestrados. Nos hace ciegos, no podemos disfrutar de lo que vivimos en el presente. Tampoco nos deja entrever qué puede pasar a futuro (aunque no es recomendable tampoco proyectar sobre ciertos asuntos).
Resumiendo: vivir sin miedo, conscientemente, disfrutar el presente e intentar ser mejor persona día a día. 

Eso deberíamos hacer todos, 

aunque muchos digan que no pueden.