Me enamoré de ti y qué importa si me salgo. Me divierto si te pienso y te pienso sin pensarlo. Sé que debo seguir, los fantasmas del pasado se rindieron ante el beso que plantaste en mi descargo.
Y vienes hoy por mi como un huracán sincero, desvistiéndome en la vida y comiéndome por dentro.
Ahora puedo sentir que tú sientes lo que siento. Cuerpo a cuerpo entrelazados desgastamos el momento.
Sígueme, te daré mi corazón. No lo mates por favor y deja que sueñe. Seguiré la señal que tú me das como el río cuando va y con su corriente.
Y lejos ya de ti, nunca pienses que te olvido. En la maleta del alma yo te llevaré conmigo.
32 días nos separan, solo 32.
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